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Nueva TRIBUNA

48 aniversario de la revolución cubana

48 aniversario de la revolución cubana

Tribuna de humor.

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Alegato político de Plenaria Memoria y Justicia

Alegato político de Plenaria Memoria y Justicia

Estuvimos juntos todo este tiempo, bajo lluvia, invierno o verano, unos poquitos o varios cientos, pero siempre firmes. Allí en la puerta de los juzgados cuando eran citados los torturadores de la OCOA, el canciller de la muerte Juan Carlos Blanco, el dictador latifundista Bordaberry etc. Estuvimos año tras año, las banderas blancas de Plenaria y nuestra paloma de memoria y justicia, y tantas otras compañeras y compañeros. Pero antes también, cuando había que ir a buscarlos allí donde se escondían, en sus estancias, en sus mansiones lujosas. Con aquella caravana por la justicia se los fue empujando fuera del anonimato, se los fue condenando socialmente, antes de que terminaran siendo condenados también en los tribunales.

Hoy estamos festejando que el pueblo después de tantas luchas acorraló a los impunes. Y justo ahora, cuando nos preparamos para continuar la ofensiva de memoria y justicia, para que vayan cayendo todos los impunes, para que el pueblo condene socialmente a los que siguen escondidos y sin castigo, el poder judicial vuelve contra nosotros con el procesamiento por "sediciosos".

Compañeras y compañeros: esta dualidad del poder Judicial no es casualidad.

De la mano de jueces como Fernández Lecchini, quieren meternos presos.
Empuñando el lado del Código Penal más retrógrado nos denominan sediciosos. Porque somos anticapitalistas y actuamos como tales. Porque somos antiimperialistas, y luchamos por los mismos sueños que lucharon nuestras compañeras y compañeros muertos, desaparecidos y torturados.

Una de cal y una de arena, quieren meter a unos presos por represores y a otros por sediciosos, y se terminó el problema. Unos a la cárcel VIP, otros al COMCAR, y así dar vuelta la página de la historia rápidamente.

Pero esto no lo vamos a permitir.
Acá señores no reinstalarán la teoría de los dos demonios. No son dos bandos en pugna. Nadie se creerá ya más esa mentira histórica aunque traten de armar la parodia una y otra vez. Lo que hicieron los represores es criminal, lo que hacen los pueblos por resistir a todas las injusticias que esos criminales generaron es justo. Es legítimo.

Es legítimo soñar y pelear por una sociedad donde no caminen impunes por las calles los asesinos de nuestras compañeras y compañeros. Y es igualmente justo soñar y luchar por un mundo donde el que mande no sea don dinero. Donde lo que mande sea la necesidad de la gente y el respeto sin límites a los derechos de todas y todos.

El proceso que ha reiniciado el Poder Judicial, encabezado por el Juez Fernández Lecchini y con la ratificación del Tribunal de Apelaciones integrados por los magistrados Milka Núñez, Jorge Ruibal Pino y Ángel Cal pretende que se revisen todos los hechos vinculados a la manifestación anticapitalista realizada el 4 de noviembre de 2005 en la Ciudad Vieja, y procesar por sedición a todos los identificados, 70 o 100 si fuera necesario.

Recordemos que por estos hechos ya fueron procesados, y enviados a la cárcel 4 compañeros. La respuesta en las calles de toda la sociedad pronunciándose contra la aplicación del delito de sedición a personas por el hecho ser anticapitalistas permitió finalmente sacar de la cárcel a aquellos 4 compañeros el 9 de diciembre del 2005.

Por eso debemos convocar a reiniciar la campaña por el desprocesamiento de todos. Alertar sobre un nuevo intento desde el Poder Judicial encabezado por el Juez Fernández Lecchini de meter presos por delito de sedición a compañeras y compañeros por ser anticapitalistas. Este alegato político de Plenaria Memoria y Justicia es nuestra primera respuesta ante el pronunciamiento gravísimo del Tribunal de Apelaciones.

En el documento emitido por el Tribunal de Apelaciones los magistrados Milka Núñez, Jorge Ruibal Pino y Ángel Cal expresan que "la Sala advierte que tratándose de un tema como el que se discute, en el que existe una imputación de un delito (previsto en el Código Penal patrio) que notoriamente tiene connotaciones de orden político, el debate debe organizarse sobre una base estrictamente jurídica y con las necesarias cautelas relativas al mutuo respeto y cortesía, de modo que , conservándose las garantías a las que tiene derecho el justiciable, no se traspase la línea del discurso, invadiendo el campo de las acusaciones partidarias e invocando extremos que no tienen que ver con el Derecho."

Contradictorios, van y vuelven como un trabalenguas sobre el carácter supuestamente escéptico y criminal del proceso, pero no pueden sin embargo dejar de reconocer que todo el proceso tiene centro y eje político. Los magistrados pretenden cubrirse con la toga del derecho objetivo y pulcro, pero se preparan para tomar partido embarrándose hasta las rodillas por los intereses de la clase a la que representan, y por la cual animan a perseguir a anti-capitalistas por sediciosos.
Se apoyan en un delito que tipifica el Juez Fernández Lecchini recurriendo al Código Penal uruguayo vigente desde 1934, inspirado por el Código Penal italiano de 1931 (de la época musoliniana-fascista) y de autoría del conservador José Irureta Goyena (quien debió dimitir como decano universitario a fuerza de la lucha universitaria de los años 20-30). Este delito de sedición al que recurre Fernández Lecchini para atacar a los anti-capitalistas no se usó ni en la dictadura militar. Es un delito que apareció por primera vez en el tiempo de las tiranías reales inglesas en 1590. Gracias a los fascistas (como el mencionado José Irureta Goyena) se filtró en otros códigos penales por el mundo, incluso en el uruguayo. Pero es un recurso legal que en la actualidad tiene escasos precedentes, y sin embargo, de forma preocupante comienza reaparecer en distintos lugares. Por ejemplo, en EEUU y Australia para procesar a extranjeros sospechosos de terrorismo, y en Colombia contra guerrilleros y movimientos sociales que luchan contra las injusticias.

Pero ¿que es lo que verdaderamente anima a la justicia en este país a ensañarse contra los anticapitalistas y militantes de izquierda justo ahora?

Para nosotros es evidente que hay una rosca conservadora que permanece atrincherada en los despachos judiciales, y hay todo un sistema judicial, con un código fascista que esta al servicio de una clase que no ha cambiado un ápice, y que por el contrario se dispone a criminalizar toda lucha que cuestione los intereses de esa clase privilegiada.

Lo que esta sucediendo es que en el marco de ciertas concesiones que los poderosos se ven obligados a dar ante el avance de la lucha de los pueblos, hay -en contra-partida- una batería de medidas que apuntan a asegurar que los intereses de los banqueros, patrones y explotadores no se vean realmente afectados. Por eso, vemos como de manera cada vez más frecuente se procesa a cooperativistas, trabajadores en lucha por sus derechos, militantes de derechos humanos o anti-capitalistas.

Hay en esto un contexto político que es muy claro. Hay una lucha en el campo de los intereses de clase que aparece expresado por los propios magistrados del Tribunal de Apelaciones cuando se refieren a la marcha anticapitalista del 4 de noviembre del 2005. Ellos dicen: "Se atacaron pues, bienes de particulares y del Estado, por odio y desprecio contra los "capitalistas", "neo liberales", que pudieran conformar una clase dominante (…) que quieren derrotar o debilitar. Y éste es el objetivo político y social que exige la norma, así como la demostración de odio contra determinada clase social y a la vez contra las autoridades legalmente constituidas…"

Como profesionales al servicio de un sistema que se ha demostrado incapaz de elevar la condición humana (apreciación esta última que hacemos a partir de los estrictos datos que emergen de la realidad), el escrito de los magistrados parece limitarse a reproducir un razonamiento chato y en una sola dimensión, propio del pensamiento burgués que no comprende -o prefiere no hacerlo- que "quien se enfrenta a la barbarie capitalista, a la barbarie imperialista, a la barbarie nazi, ama al pueblo, ama al compañero y la compañera, ama a todo aquel que lucha por la libertad, ama a todo aquel que no se queda solo en palabras sino también materializa la solidaridad y el compromiso en su vida cotidiana, pero al mismo tiempo y en el mismo movimiento odia al explotador, odia al opresor, odia al racista, odia al violador, odia al nazi, al esclavista, odia al secuestrador de los hijos de nuestros compañeros y odia al genocida.

No se pueden separar ni escindir ambas formulaciones. El pensamiento burgués las separa, siempre, invariablemente cae en antinomias: Odio o amor. Paz o guerra. El pensamiento burgués, sus categorías analíticas, sus valores fetichizados y fragmentados no pueden escapar a las dicotomías. O amamos y ponemos la otra mejilla, o nos decidimos por a lucha y entonces odiamos."

La justicia pretende condenarnos a las cárceles, procesarnos por violentos cuando lo verdaderamente violento es todo este proceso. Hoy contra nosotros, mañana contra quien sabe que otros compañeros. Un proceso irregular, sin garantías donde los represores son los testigos. Toda la maraña judicial lo permite porque esa es la cancha de ellos, de los poderosos y de los que conviven gracias a tanta injusticia. A nosotros, al pueblo, en ese terreno se nos hace trampas, se nos deja en inferioridad de condiciones en la defensa política recurriendo a chicanas jurídicas.

Bastaría con repasar quienes son los denunciantes, de quienes provienen los testimonios que incriminan a nuestras compañeras y compañeros para hacerse una idea de la clase de personas en la que se apoyan los magistrados. Se trata de la expresión más rancia de la policía uruguaya, varios policías que registrados ante las cámaras lastimaban sin vergüenza a jóvenes y mujeres indefensas, las fotos muestran como estas bestias -principales testigos del juez- se agrupaban de a tres y cuatro para reventar sus sables y patear el ya rendido cuerpo en el piso de los manifestantes.

Con soberbia, rapados al mejor estilo nazi los policías Pablo Arce y Freddy Chiappa Souza -entre otros- primero castigaron a nuestras compañeras y compañeros, y luego montaron un escenario y acordaron sus declaraciones frente a los ojos del juez con una práctica y tranquilidad evidentemente acumulada en años de corrupción.

Tipos como el comisario Rocca -de la seccional 1era en Ciudad Vieja- dependencia contra la cual hay cantidades de denuncias sobre tráfico de drogas y maltrato a niños en situación de calle, permitieron aquel 4 de noviembre del 2005 que sus agentes dispararan sus armas de fuego contra la manifestación ya disuelta, que vaciaran sus cargadores, lo muestran las fotos!.

Persiguieron desaforados a personas hasta una hora después de culminada la movilización. Estos policías, los "Pumas", y los de la comisaría 1era, los agentes Julio C. Madera Burgueño, Victor Corsino Castillo, Oficial Pppal. Denis Tejera, Inzaurralde (DNII), Graciela Martinez -entre otros- son los verdaderos violentos. En plena faena represiva insultaron y golpearon a una compañera, y al advertirles que estaba embarazada le dijeron "jodete", continuaron golpeado y fue su compañero luego uno de los detenidos que termino en cárcel...a penas un cuadro que pinta el tipo de gente sobre los cuales los jueces apoyan su proceso.

Y sobre todo esto, sobre toda la brutalidad policial desatada, y registrada por los canales de televisión los magistrados solamente dicen que "lo que ocurrió después, en la plaza Matriz y en la Avda. 18 de Julio, fue el mero corolario de tal situación [la marcha anticapitalista], una vez que la autoridad policial fue autorizada a proceder".

En contrapartida a todo ese mundo oscuro, corrupto y denigrante de la policía y los servicios de inteligencia, están en el banquillo de los acusados, señalados como violentos nuestras compañeras y compañeros, estudiantes y trabajadores que piensan y buscan un mundo nuevo. Son los que están detrás de merenderos, los que defienden los derechos de los trabajadores, elaboran pensamiento de izquierda, hacen arte y reclaman memoria y justicia.

Nosotros no somos violentos, el orden de cosas que defienden con uñas y dientes los magistrados es violento. La sociedad por la que nosotros luchamos no se yergue sobre un ejercito de policías como si lo hace la actual, indiscutiblemente desigual y violenta cuyo orden defienden desesperadamente los jueces.

En la sociedad por la que nosotros luchamos no tienen lugar banqueros estafadores ni genocidas. En la actual -que ellos defienden- si. O acaso ¿que espíritu anima al gerente del Banco de Boston a ofrecer pruebas contra los manifestantes?, ¿alguien cree que se trata de una convicción noble y honrada de banqueros benévolos al servicio de un inocente capital transnacional?. El Banco de Boston -al que se le dañaron algunos cristales- es parte del segundo grupo económico más grande del continente. En menos tiempo del que lleva leer este texto el banco restauró su vidriera asegurada, es evidente que la rotura de un vidrio no es lo que empuja a estos señores a perseguir gente y encarcelarla por sediciosa, si no un profundo temor a que se cuestione -aunque más no sea simbólicamente en el acto del graffiti o el daño a alguna de sus vidrieras- el tremendo e injusto orden del que ellos -y otras varias instituciones amontonadas justamente allí en la meca financiera montevideana- son principales responsables.

Y los jueces acuden a este neurótico pedido de auxilio de los privilegiados y aplican con todo el rigor de la ley -azuzados también por el ministro del interior de turno- el castigo contra los que denuncian estas tremendas asimetrías sociales, de las que son responsables las instituciones como la Bolsa de Valores, el turbio Banco Bomercial, el Banco Santander, el Lloyds Bank etc. que fueron repudiados aquel 4 de noviembre.

Y respondiendo a esa psicosis de una sociedad que esta lastimada de tanto capitalismo, no faltaron los desesperados pedidos de linchamiento contra los manifestantes.

Es evidente que lo que se condena es que nuestras compañeras y compañeros jóvenes no sueñan -como ellos quisieran- con un 0 kilometro y ser respetables empresarios, si no -todo lo contrario- quieren un mundo justo, con valores de amor y equidad. No -como ahora-, como la sociedad actual, violenta, regida por valores de competencia y acopio de bienes privados a costa de hundir a un hermano. Nosotros no creemos en el derecho de la propiedad, no esta en nuestra propuesta política dañar un auto, y nos preocupa el derecho de los humanos no el de los vehículos. El resto es puro circo, para el que este dispuesto a consumirlo.

Esto no es un problema de unos pocos, ni de algún graffiti contra un banco. Esto es un problema de toda la sociedad frente a un poder judicial conservador.

Si en manos de estos encumbrados hombres y mujeres está la justicia, cuanto más urge entonces dar el paso hacia la luz de la historia para cambiar de una vez y para siempre el actual orden de las cosas. Nosotros vamos en busca de esa mujer y hombre nuevo. Por eso no hay transa. Por eso la tan mentada "conmoción social" del Juez Fernández Lecchini y el Tribunal de Apelaciones.

La criminalización de la protesta es un proceso que se ha instalado ahora también en nuestro país y tenemos que frenarlo. Cuando hablamos de criminalización de la protesta estamos hablando de un método represivo sistemático que se está aplicando en otros países de la región contra los movimientos populares, y que no es fácil de explicar, pero que está causando estragos en las organizaciones sociales que luchan contra las injusticias.

No es casualidad que el Juez Fernández Lecchini use -en este proceso por sedición- fundamentos parecidos a los que utilizó -por ejemplo- la justicia Argentina en el 2001 para procesar a luchadores sociales. Fundamentos planteados por el Letrado M.A. Ekmedjian que expresan: "la única forma legítima y verificable de la expresión soberana del pueblo, es el sufragio. Por medio de éste, el pueblo rechaza o acepta las alternativas que le propone la clase política. (…) Otros tipos de presunta expresión de la voluntad popular, distintos del sufragio (tales como reuniones multitudinarias en plazas o lugares públicos, encuestas, huelgas, lock-outs u otros medios de acción directa, vayan o no acompañadas por las armas, etc.) no reflejan realmente la opinión mayoritaria del pueblo, sino a los sumo, la de un grupo sedicioso".

Sobre esta base, miles de personas fueron procesadas en Argentina en los últimos años. Procesos que han terminado en cárcel algunas veces, y en otros casos han quedado pendientes -en una suerte de Standby- que implica, para el que quiere luchar una amenaza latente que lo pretende sacar de movimiento en su lugar natural de lucha, el sindicato, la organización social etc.

Esto es muy grave porque inhibe la posibilidad de cuestionamiento de los movimientos sociales. Inhibe la posibilidad de discrepar y actuar en consecuencia, es un verdadero retroceso de las libertades públicas conquistadas, y un retroceso para las mujeres y hombres que pretenden ofrecer generosamente toda su disposición a la lucha para cambiar las injusticias actuales.

Desde el poder se responde indicado que no es verdad que haya restricciones a la libertad de protestar. Dicen ellos que es posible manifestarse dentro de los carriles que han impuesto. Y a la vez habilitan que jueces conservadores procesen a quienes ellos consideran que se salen de los carriles. ¡Vaya posibilidad de cambiar las cosas!. Hoy el que esta fuera de los carriles son anti-capitalistas, mañana sindicalistas, pasado cooperativistas...¿donde para esto?.

Lo grave es que la criminalización de la protesta es un proceso sutil de reprimir, donde los actores involucrados -que son mucho más que algunos funcionarios judiciales- operan en el marco de una aparente independencia de criterios, que sin embrago en interrelación con todo un andamiaje político-social configura una sociedad hiper-represiva. Medios masivos de comunicación, estrategias de los servicios de inteligencia, grandes puestas en escena de una clase política que comienza a ver el enemigo en todas partes y reclama a la sociedad la complicidad para perseguir la supuesta amenaza termina en grandes desastres. Esto es lo que se llama a frenar. Esto es lo que pretenden frenar los movimientos populares en la región, el pueblo de izquierda. Y esto es lo que hay que frenar ahora aquí en Uruguay.

Por nuestra parte nos queda llamar a la sociedad toda a resistir esta injusticia, nos queda no solo llamar a luchar por el derecho a la protesta si no -sobre todo- ejercer la protesta con la profundidad y urgencia que los verdaderos cambios reclaman. Los que aún no han llegado, los que viven en la memoria de nuestras luchas. Nos queda invitar a nuestro pueblo de izquierda a velar por sus compañeras y compañeros perseguidos por el conservadurismo y la maniobra derechista. Decirle no a la criminalización de la protesta. Decirle no a los criminales de la historia, a los genocidas, a los patrones y capitalistas, pero también a los que se ponen incondicionalmente a su disposición, magistrados y policías como los que han armado todo este proceso contra nuestras compañeras y compañeros por anti-capitalistas.

Plenaria Memoria y Justicia iniciará una campaña masiva, como la que terminó liberando a las compañeras y compañeros presos el año pasado. Cuando nuestros militantes sean llamados nuevamente ante el Juez Fernández Lecchini, -si la citación es en calidad de testigo- se limitarán a denunciar la brutalidad policial, y si la citación es en calidad de indagado nada tenemos que responder ante un proceso que consideramos no ofrece ninguna garantía, y solo es parodia de una condena política que ya se nos ha hecho de antemano por ser anticapitalistas. Nuestro silencio absoluto ante un Juez que ha actuado como lo ha hecho Fernández Lecchini es un derecho consagrado en los acuerdos de San Jose-Costa Rica. Y en adelante solo la lucha de nuestras compañeras y compañeros en las calles, solo la presión permanente y en aumento resolverá este problema que ha instalado la derecha conservadora y quienes -desde el poder- sustentan este proceso de criminalización de la protesta.

Anticapitalistas siempre!, estamos alertas, si tocan a uno tocan a todos.

Lo que aprendimos y lo que enseñamos.

Lo que aprendimos y lo que enseñamos.

Ernesto Guevara, 1° de enero de 1959

Largo ha sido el camino y lleno de penurias y contradicciones. Es que en el curso de todo proceso revolucionario, cuando éste es dirigido honestamente y no frenado desde puestos de responsabilidad, hay una serie de interacciones recíprocas entre los dirigentes y la masa revolucionaria. El Movimiento 26 de Julio, ha sufrido también la acción de esta ley histórica. Del grupo de jóvenes entusiastas que asaltaron el Cuartel Moncada en la madrugada del 26 de Julio de 1953, a los actuales directores del movimiento, siendo muchos de ellos los mismos, hay un abismo. Los cinco años de lucha frontal, dos de los cuales son de una franca guerra, han moldeado el espíritu revolucionario de todos nosotros en los choques cotidianos con la realidad y con la sabiduría instintiva del pueblo.

Efectivamente, nuestro contacto con las masas campesinas nos ha enseñado la gran injusticia que entraña el actual régimen de propiedad agraria, nos convencieron de la justicia de un cambio fundamental de ese régimen de propiedad; nos ilustraron en la práctica diaria sobre la capacidad de abnegación del campesinado cubano, sobre su nobleza y lealtad sin límites. Pero nosotros enseñamos también; enseñamos a perder el miedo a la represión enemiga, enseñamos la superioridad de las armas populares sobre el batallón mercenario, enseñamos, en fin, la nunca suficientemente repetida máxima popular: "la unión hace la fuerza".

Y el campesino alertado de su fuerza impuso al Movimiento, su vanguardia combativa, el planteamiento de reivindicaciones que fueron haciéndose más conscientemente audaces hasta plasmarse en la Ley n° 3 de Reforma Agraria de la Sierra Maestra recientemente emitida.

Esa Ley es hoy nuestro orgullo, nuestro pendón de combate, nuestra razón de ser como organización revolucionaria. Pero no siempre fueron así nuestras exposiciones sociales; cercados en nuestro reducto de la Sierra, sin conexiones vitales con la masa del pueblo, alguna vez creímos que podíamos imponer la razón de nuestras armas con más fuerza de convicción que la razón de nuestras ideas. Por eso tuvimos nuestro 9 de Abril, fecha de triste recordación que representa en lo social lo que la Alegría de Pío, nuestra única derrota en el campo bélico, significó en el desarrollo de la lucha armada.

De la Alegría de Pío extrajimos la enseñanza revolucionaria necesaria para no perder una sola batalla más; del 9 de Abril hemos aprendido también que la estrategia de la lucha de masas responde a leyes definidas que no se pueden burlar ni torcer. La lección está claramente aprendida. Al trabajo de las masas campesinas, a las que hemos unido sin distinción de banderas en la lucha por la posesión de la tierra, agregamos hoy la exposición de reivindicaciones obreras que unen a la masa proletaria bajo una sola bandera de lucha, el Frente Obrero Nacional Unificado (F.O.N.U.), con una sola meta táctica cercana: la huelga general revolucionaria.

No significa esto el uso de tácticas demagógicas como expresión de habilidad política; no investigamos el sentimiento de las masas como una simple curiosidad científica, respondemos a su llamado, porque nosotros, vanguardia combativa de los obreros y campesinos que derraman su sangre en las sierras y llanos de Cuba, no somos elementos aislados de la masa popular, somos parte misma del pueblo. Nuestra función directiva no nos aísla, nos obliga.

Pero nuestra condición de Movimiento de todas las clases de Cuba, nos hace luchar también por los profesionales y comerciantes en pequeño que aspiran a vivir en un marco de leyes decorosas; por el industrial cubano, cuyo esfuerzo engrandece a la Nación creando fuentes de trabajo, por todo hombre de bien que quiere ver a Cuba sin su luto diario de estas jornadas de dolor.

Hoy, más que nunca, el Movimiento 26 de Julio, ligado a los más altos intereses de la nación cubana, da su batalla, sin desplantes pero sin claudicaciones, por los obreros y campesinos, por los profesionales y pequeños comerciantes, por los industriales nacionales, por la democracia y la libertad, por el derecho de ser hijos libres de un pueblo libre porque el pan de cada día sea la medida exacta de nuestro esfuerzo cotidiano.

En este segundo aniversario, cambiamos la formulación de nuestro juramento. Ya no seremos "libres o mártires": seremos libres, libres por la acción de todo el pueblo de Cuba que está rompiendo cadena tras cadena con la sangre y el sufrimiento de sus mejores hijos.
[Patria. Organo oficial del Ejército Rebelde "26 de Julio", Las Villas, año I, n° 2, 1° de enero de 1959.]

Che. La fuerza de la utopía

Che. La fuerza de la utopía

Frei Betto

La revolución cubana es uno de los mitos de mi generación. Y la figura de Ernesto Che Guevara, con los ojos firmes vueltos para el futuro, es uno de sus principales íconos.

La imagen de los guerrilleros de Sierra Maestra, con sus barbas, botas y uniformes verde oliva, nutrió los ideales políticos del movimiento estudiantil brasilero de los años 60. En el restaurante Calabozo, en Río, o en los bares de la calle María Antonia, en San Pablo, creíamos que la historia, maestra implacable y madre generosa, nos ofrecía la posibilidad de derrotar al imperialismo norteamericano; convicción reforzada en los años 70 por la victoria de los vietcongs de Ho Chi Minh sobre las tropas de la mayor potencia bélica y económica del Planeta.

La esperanza no era vana, y se presentaba revestida de fuertes símbolos. Había algo de explosivamente fálico en los cigarros de Fidel -misiles capaces de contener la amenaza de invasión a Cuba patrocinada en 1961 por el gobierno de Kennedy- como había mucho de seductor en la estampa de Ernesto Che Guevara, con aquella sonrisa burlona de quien desconcierta al enemigo, los ojos altivos bajo la boina azul polarizada por la estrella, fijos en la utopía de liberación de la Patria Grande Latinoamericana. Cuando se es joven, a una buena causa le basta el diez por ciento de razón, cuarenta de emoción y cincuenta de estilo, ese "saber vivir" con que los vencedores arrancan de los pobres mortales una admiración incontenida y una envidia secreta.
Si Cuba pudo, ¿por qué no podríamos? Eramos jóvenes como los militantes del Movimiento 26 de Julio y, desde 1964, teníamos en el Brasil una dictadura tan cruel y corrupta como la de Fulgencio Batista. Y no nos faltan sierras y montañas.

Un ideal se alimenta de símbolos y ejemplos. Ninguno se deslumbra con programas de partidos, excepto sus propios autores. Llegaban a nuestros oídos las epopeyas del Ejército Rebelde, la osadía de la campaña de alfabetización y de la reforma agraria, la nacionalización de la economía, la victoria de los cubanos sobre los invasores de Playa Girón. Todo aquello tocaba a fondo la vasta generosidad de nuestros sentimientos, como si la historia nos brindase, en una pequeña isla del Caribe, una visión palpable de nuestro propio destino. Teníamos nostalgia del futuro. Y más aún porque él ya se anticipara en un punto de esta América Latina. Y tenía ritmo de maracas y sabor de ron.

Antes de deslumbrarme por los guerrilleros de Sierra Maestra, asistí con horror a la traición a los EE.UU. del matrimonio Rosenberg, juzgado y ejecutado en la silla eléctrica por la acusación de pasar a los rusos secretos nucleares. Veo en mi mente las fotos de Julius, 35 años de edad, y de Ethel, dos años más vieja que él, en la prisión de Sing Sing, en Nueva York. Él con sus ojos y lentes blancos, el bigote como escoba que le daba aspecto de escribano caprichoso, y ella con los cabellos negros armados sobre el rostro ovalado, la boca pequeña y el porte robusto. Nunca fue probado que eran realmente espías, pero en pleno acaloramiento de la Guerra Fría, todos nosotros en Occidente, precisábamos un chivo expiatorio.

La pena capital, que hoy considero absurda, me pareció justificable en aquel caso. Se trataba de impedir que la excepción se volviese regla, poniendo en riesgo la seguridad del Mundo Libre. Permanecí varios días bajo el impacto de la foto del matrimonio atado a la silla eléctrica, sus cabezas cubiertas por cascos repletos de hilos, malditos astronautas camino del Infierno. El viejo bulldog Edgar Hoover, felizmente, estaba sentado en el umbral de nuestras casas.
Ingresé en la Juventud Estudiantil Católica. Por las manos de los frailes dominicos, fui introducido en las aventuras líricas de Saint Exupéry, en los gestos heroicos de Guy de Larrigaudie, en el personalismo de Emmanuel Mounier, en el tomismo de Jacques Maritain y en la visión social del padre Lebret. En el movimiento estudiantil, abracé la utopía socialista. No paso a paso, sino a los saltos, pasé de pro-americano a antimperialista, sin, con todo, perder el ojo crítico frente a la Unión Soviética.

Cuba, sin embargo, me parecía diferente. Fidel desfilaba con coche abierto, bajo los aplausos del público, en la Quinta Avenida de Nueva York y, en el Brasil, se hospedó en la mansión carioca de la tradicional estirpe de los Nabuco. No fue cerrada ninguna iglesia en Cuba y ningún sacerdote fue fusilado. Si la Revolución tenía defectos, era por culpa de las presiones del gobierno de los EE.UU., desconforme con la pérdida de una de sus colonias en América Latina.
La figura más paradigmática producida por la Revolución Cubana fue Ernesto Che Guevara. Después de dedicarse a los mineros del cobre chileno, a los enfermos del Perú, a la causa democrática de Guatemala, se refugió en México, y de allí, ayudó a hacer de Cuba una sociedad socialista. Estaba en paz con la historia. Los críticos podrían, cuando mucho, pregonar que el Che se arriesgaba movido por la ambición de poder.

En un gesto inusitado y sorprendente, él se despojó del poder y, anónimo, se metió en las selvas del Congo, y en seguida, de Bolivia. Comprobaba así su desprendimiento y su consagración radical a la causa de la liberación de América Latina.
Ahora, a los 30 años de su muerte, Guevara cuestiona a todos los que no osan entregar su vida por ninguna causa altruista. Por esto, es comprensible que haya obras tan pesadas como piedras de sepulcro, queriendo reducirle el mérito. Para John Lee Anderson, autor de Che Guevara: una biografía (Objetiva), Che fue un aventurero, voluntarista. Para Jorge Castañeda, autor de Che, la vida en rojo, el guerrillero argentino-cubano fue entregado a la muerte por la obsesión revolucionaria, y sobre todo por omisión de Fidel. Bien escritas y fundadas en harta documentación, las dos obras no consiguen encubrir la trama de quien teme que las utopías se vuelvan realidades. Por eso, es más fácil dedicarse a la derrota del Che que a la victoria de Fidel.

Castañeda fue conocido al lanzar su libro La Utopía Desarmada, en la cual profetiza que no habría más lucha armada en América Latina. Meses después del lanzamiento de la obra, por ironía de la historia, estalló la guerrilla de Chiapas, en su propio país, México.
La utopías, felizmente, son como el Che, más fuertes que aquellos que pretenden sepultarlas.

Jueces y narcoparapolítica en Colombia.

Jueces y narcoparapolítica en Colombia.

COLOMBIA

El senador Álvaro García (derecha), el representante a la cámara Erick Morris (Izquierda) y el senador Jairo Merlano (centro) son investigados por su presunta vinculación con el paramilitarismo.

 

Por: HORACIO DUQUE.

Por estos días, en Colombia se ha desatado una sorpresiva arremetida de diversas instituciones del poder judicial contra la narcoparapolítica, asociada con los grupos dominantes del poder en la Casa de Nariño que conduce Uribe Vélez.

Se trata de un comportamiento nada común, dada la naturaleza del ámbito judicial, un componente fundamental  del mecanismo de dominación oligárquica. Basta con examinar lo que fue la Fiscalía de Luís Camilo Osorio, actual Embajador en el Vaticano, para darse cuenta al servicio de quien operan estas entidades. O saber que Colombia acumula los mayores índices de impunidad y complicidad de destacados jueces con inicuas estructuras criminales

Sin embargo, la lucha de clases y la movilización de las masas populares, condicionan comportamientos contradictorios de las estructuras de poder. Las obligan a desempeños no deseados, toda vez que lo que está en juego es su propia legitimidad y supervivencia.

Acicateadas por agudos debates de la oposición parlamentaria en las cámaras legislativas; presionadas por un vasto movimiento de derechos humanos que a  todo lo largo y ancho del país expresa su repudio con las decisiones gubernamentales que dan impunidad a los más horrendos crímenes de la narcoparapolítica; y emplazadas por penetrantes análisis de opinión en influyentes medios de comunicación, tanto la Corte Suprema de Justicia, como la Fiscalía y la Procuraduría, han tomado, en días recientes, resonantes determinaciones que golpean poderosas estructuras de la narcoparapolítica, enclavadas en lo más profundo del actual régimen político fascista.

Después de cinco años de tediosas pesquisas, la Corte Suprema de Justicia dictó medida de aseguramiento contra tres prominentes legisladores, integrantes del partido político que postuló y eligió el actual Presidente de la República, organización coordinada por un primo hermano de éste, un prepotente latifundista del sur oeste antioqueño, autores de horribles masacres en el departamento de Sucre; y ha dejado conocer que investiga  un amplio número de legisladores uribistas, por sus estrechos vínculos con los escuadrones de la muerte en diferentes lugares del territorio nacional. Todo ello con base en pruebas recaudadas ultimamente, como un computador que contiene archivos con nombres y relaciones con políticos, listas de magnicidios y contabilidades macabras por exportación de narcóticos; y testimonios de cabecillas paramilitares, que han dejado traslucir cierta frustración con el oportunismo de los politiqueros, en plan de escurrir el bulto en esta trama y hacerse los de la vista gorda para lavarse las manos.

La Fiscalía, acusada de seguir andando a paso lento en todo lo que tiene que ver con los tentáculos de este engendro y su infiltración en el Estado, ha capturado una dirigente uribista de la Costa Atlántica, Muriel Benito Rebollo, artífice de acciones criminales con los paramilitares, para obligar a los campesinos a votar por AUV y sus candidatos a cuerpos legislativos locales.

De igual manera, el titular de dicha entidad anunció otras acciones contra más políticos del campo gubernamental, arguyendo que lo visto, supera largamente los episodios del conocido proceso 8000, el cual en los años 90 destapó el grotesco contubernio del expresidente Samper con el Cartel de Cali, que lo ayudó a elegir, en una coalición de la que hacia parte el actual Presidente. Palabras mayores que ojala no se queden en eso y vayan rápido a los hechos, porque así lo demanda la ciudadanía.

La Procuraduría, cuyo titular es oriundo del Cesar, departamento completamente paramilitarizado, acusado también de tener vínculos con las mafias criminales y de hacer mutis por el foro en todos los casos de las autodefensas, forzado, además,  por la cadena de acontecimientos ocurridos, abrió pliego de cargos en el ámbito disciplinario contra el ex director del DAS Jorge Noguera, por vínculos con la cúpula paramilitar; por el incremento de su patrimonio al recibir dineros de comisiones por contratos del área de informática del DAS; por entorpecer actividades operativas en apoyo judicial, que tenían como objeto incautar bienes sujetos al proceso de extinción de dominio de personas vinculadas con el narcoparamilitarismo; y por la reducción del área de investigaciones financieras del DAS, que tenía asignadas investigaciones solicitadas por la Fiscalía que podrían comprometer a Noguera y a miembros de su familia con narcotraficantes.

En este caso se trata de un personaje de la entraña misma del poder presidencial; hasta hace poco Cónsul en Roma y a quien Uribe Vélez ha presentado como un ciudadano ejemplar, sin mancha ni pecado y leal a su proyecto fascista.

Todos estos eventos han significado un hondo remeson político.

Ante el anunció de nuevas investigaciones, otros jefes de la narcoparapolítica han dicho que si a ellos los tocan, mas arriba otros serán comprometidos. El senador Alvaro Araujo, del Cesar, hermano de la Canciller (señalada por su cercanía al ambiente social paramilitar), cuyo hermano es el tesorero del cabecilla Jorge 40, se destapó y reclamó protección porque si  es detenido, es inevitable se comprometa a Uribe Vélez. Lo que inmediatamente fue contestado por el Ministro del Interior, diciendo que las responsabilidades penales son individuales y no comprometen  a nadie más. Cómo quien dice, senador Araujo, prepárese para lo que le viene, porque nosotros en el gobierno “nos abrimos de ese parche” como dicen en las calles bogotanas. Ya J. O. Gaviria, la eminencia gris de Palacio, sentenció que el no aceptaba la tesis fascista (¡hágame el favor el salto que dio este personaje!) que sugiere que el delito penal de los individuos también compromete a la familia, a la raza, al partido, a la nación y a todo cuanto se atraviese por el medio. Saquen cuentas para donde va todo esto.

Lo que las autoridades judiciales están haciendo es lo natural. Es lo que uno espera de dichas entidades públicas. Es su competencia y responsabilidad. De allí,  el llamado para que se profundicen estos procesos y no se queden solo en el Departamento de Sucre y en dos o tres casos mas.

Hay que exigir el castigo de los peces gordos.

Me refiero a los familiares de dos Ministros de AUV que integran en Antioquia grupos paramilitares.

A los contratistas más favorecidos de la administración Uribe, hijos de uno de los financiadores de los paramilitares y determinadores de las masacres.

Me refiero a Trino Luna, el gobernador del Magdalena, gestor paramilitar, cuyo cinismo lacera.

Me refiero a senadores como Dief Maloof, Char y otros del departamento del Atlántico.

Al senador y miembro de la U, Mauricio Pimiento, la estrella dorada de Jorge 40.

A los políticos del Meta.

A los políticos de Bogota y Cundinamarca.

A los de Antioquia y el Valle.

A los del Eje Cafetero como Merheg y la gobernadora del Quindío, acusada de haber puesto al servicio de Wilmer Varela alias Jabon, toda la administración territorial.

Me refiero a Generales, activos y en retiro.

Me refiero a los banqueros, empresarios, multinacionales, contratistas y granes negociantes que andan detrás de todo esto.

En fin, me refiero a Uribe Velez, gestor y pionero de toda esta infernal maquinaria politico-miltar, quien con las Convivir en Antioquia sentó las bases de este monstruoso frankenstein que hoy carcome la sociedad colombiana. El es el único artifice de todo esto.

La izquierda revolucionaria que representa la resistencia campesina y popular y la propia izquierda pragmática que discurre en el ambiente parlamentario y electoral, tienen que trascender este ámbito de las acciones judiciales, plausible por cierto, y perfilar una estrategia de poder para que el proceso conduzca a un profundo cambio radical de nuestra nación, y no se convierta en otra frustración más.

No ha de ser que todo termine en una relegitimación de los viejos poderes oligárquicos con personajes como Cesar Gaviria y otros en la dirección del Estado, gestionando los intereses de la burguesía y el imperialismo, con la última versión del neoliberalismo. Cosa que no es nada improbable si nos descuidamos..

Vandana Shiva: La democracia muerta

Vandana Shiva: La democracia muerta

INDIA

 

Por Kazim Tirmizey


Vandana Shiva es una activista india, escritora e intelectual. Entre sus libros se encuentran Water Wars: Pollution, Profits and Privatization: The Plunder of Nature and Knowledge y The Hijacking of the Global Food Supply. Mantuve la entrevista en marzo de 2006, y en ella hablamos sobre su último libro, Earth Democracy: Justice, Sustainability, and Peace.

Tirmizey: ¿De qué trata su libro Earth Democracy?

Shiva: Earth Democracy trata realmente sobre la vida más allá de la globalización corporativa. Sobre otro modelo, sobre otras maneras de actuar, y no sólo en el futuro sino sobre el mundo que se está constituyendo aquí y ahora.

T.Usted afirma que necesitamos evolucionar desde una democracia agonizante a una democracia viva. ¿Puede explicar qué quiere decir?

Lo primero que quiero decir es que la democracia que tenemos está realmente muerta en cuanto que no responde ya a los deseos de la gente. Tanto si se trata de gobiernos que van a la guerra contra la voluntad de los pueblos como si se trata de gobiernos que imponen alimentos transformados genéticamente. La muerte de la democracia se produce cuando la gente no tiene libertad. También digo que es una democracia muerta porque se sirve de las "libertades" de las corporaciones para aniquilar a las personas. Para mí, el ejemplo más dramático de esto ha sido el que 40.000 campesinos se quitaran la vida en una década a consecuencia de las normas de la globalización corporativa. Y cuando esas normas se impulsan en nombre de la libertad, entonces es una democracia asesina.

¿Cómo sería una democracia viva?

Una democracia viva es aquella en la que la gente puede tomar decisiones sobre sus vidas e influir sobre las condiciones en las que vive- cómo cultivar sus alimentos, en qué condiciones se producen sus ropas; la libertad de elegir cómo se educan sus hijos; la libertad de establecer las condiciones de acceso a la sanidad. Eso es una democracia viva. Para la gente, una democracia viva es la que se reina en donde ellos están. Una democracia viva es aquella que afecta a todos los aspectos de la vida, no sólo de la vida humana, porque nos encontramos en un momento de la evolución en el que cualquier libertad de la especie humana debe incluir la de otras especies, si no nunca tendremos libertad humana.

Un informe reciente de la ONU sobre el Desarrollo Mundial del Agua afirma que el 20 por ciento de la población mundial no tiene acceso a agua potable. ¿Cómo gestionaría una democracia viva las reservas de agua?

Yo he visto como este magnífico país, India, se ha convertido de un país donde todas las comunidades tenían agua- bien por medio de pozos o procedente de los arroyos primaverales o de los ríos- en parte de ese 20 por ciento que no tiene acceso a ella. La escasez de agua ha sido consecuencia de la tala comercial de los bosques. El primer movimiento en el que participé como joven activista y científica fue el de Chipko, para detener la tala con el fin de defender nuestros ríos y nuestros arroyos. El agua se destruye cuando Coca-Cola consume entre un millón y medio y dos millones de litros diarios en cada una de sus fábricas. Esa escasez es la que movió a las mujeres de Plachimada a cerrar una de las plantas de Coca-Cola en su pueblo. Es esa misma escasez la que ha llevado a la gente a luchar contra otras 50 fábricas de Coca-Cola que habían destruido agua. El agua quedó afectada cuando el Banco Mundial y Estados Unidos nos impusieron la denominada Revolución Verde en 1965-1966. No fue una revolución verde porque se basaba en el riego intensivo- un cultivo que necesita diez veces más agua-. Todo ello ha originado un profundo descenso de los acuíferos y el llenar de presas nuestros ríos. Todas las comunidades que viven aguas abajo de un río con una presa, carecen de agua. Todas las comunidades de una región en donde la "revolución verde" ha subvencionado el bombeo de las aguas subterráneas tienen los pozos secos, los aljibes secos, y se encuentran con una grave escasez de agua.

¿Cómo gestionaría una democracia viva los recursos de agua?

Los pueblos proporcionan agua, y los ríos muertos reviven, cuando las comunidades actúan conjuntamente y deciden cambiar del modelo de agricultura química a la agricultura orgánica. Nuestras aldeas, en una democracia viva, se comprometen a no permitir en sus pueblos los productos químicos, los organismos transformados genéticamente, o la privatización del agua. En una democracia viva, la gente puede usar diez veces menos agua sólo con usarla de forma ecológica y aprovechando cada gota. En una democracia viva, el agua pertenece a todos y se conserva colectivamente porque -al contrario de las explotaciones privadas- la conservación debe movilizar a la comunidad. No se puede conservar de forma individual sino de manera comunitaria
En su libro, a menudo se refiere a Gandhi y le cita.

¿Puede hablarnos sobre Gandhi como fuente de inspiración de La Democracia de la Tierra?

Mi más honda inspiración en Gandhi es el reconocimiento del swaraj, es decir de la autorregulación. Que no se limita al nivel nacional, sino también al nivel local y a nivel personal. Uno no se puede autorregular salvo que tenga autoorganización. De ahí que el concepto de democracia en el pensamiento de Gandhi se refiera a la capacidad última de la gente para organizar colectivamente sus vidas y su comunidad.

El segundo principio impactante de Gandhi en el que me he inspirado es el swadeshi, que significa la capacidad creativa de todos los seres humanos y de todas las comunidades para producir lo que necesitan. En la globalización, y en esta democracia asesina que tenemos, la idea es que todos deberíamos ser consumidores en lugar de productores de cosas y creadores de ideas y bienes. En eso reside la raíz de la pobreza. Es preciso que reivindiquemos nuestra capacidad de crear y producir.

Finalmente, creo que el mejor regalo que nos hizo es la consagración del rechazo a colaborar con normas injustas e inmorales. Él lo denominó satyagraha. Hace poco, nuestro Gobierno ha firmado lo que llamaría un Acuerdo Monsanto con el presidente Bush para promover en India cultivos y productos transformados genéticamente. Cuando nuestras leyes penalizan que los campesinos conserven las semillas pero permiten a Monsanto venderlas, como el algodón BT, y matan a nuestros campesinos, tenemos que mantenernos firmes y decir que no vamos a cooperar con esas leyes. Viviremos conformes con otras leyes superiores: las leyes del planeta, las leyes ecológicas, y las leyes humanas, nuestras leyes morales.

¿Cuáles cree usted que son los motivos para la aparición de los fundamentalismos y del terrorismo?

El reciente incremento de los fundamentalismos religiosos es, a mi juicio, la sombra de la globalización corporativa. Tiene sus raíces en la inseguridad que produce la globalización. La semana pasada, cuando se produjo un atentado terrorista en un templo de Varanasi- una de las ciudades más antiguas, con 5.000 años de existencia- ,en lugar de entrar en conflicto, los hindúes y los musulmanes se unieron en su diversidad y pluralismo y celebraron la llegada de la primavera, los colores de Holi, como ejemplo de nuestra diversidad. ¿Cuándo fracasa esa celebración de la diversidad? En primer lugar, cuando la gente se siente insegura y, en segundo, cuando los políticos no quieren una democracia económica, no quieren que la gente tome decisiones sobre lo que produce y lo que consume, y desvían el debate sobre la democracia hacia el odio y el miedo al Otro. En un contexto de inseguridad y en el marco de la muerte de la democracia económica, el crecimiento del fundamentalismo religioso termina por convertirse en el mejor yacimiento de voto cautivo. No resulta sorprendente que haya un crecimiento del fundamentalismo religioso en Estados Unidos. Como tampoco es una sorpresa que ese aumento del fundamentalismo religioso en India se iniciara en 1991,
tras la institucionalización de las nuevas políticas económica sobre liberalización del comercio.
El terrorismo tiene unas raíces parecidas. Es la reacción de aquéllos a quienes se les ha despojado de voz. El terrorismo es el grito de los sin voz. El terrorismo no se desarrolla si la democracia prospera porque ésta asegura que su voz se oye y la disidencia se tiene en cuenta. Aunque resulta evidente en todo el mundo que la cuestión terrorista es el problema de la carencia de oportunidades para influir en el propio destino, el terrorismo no se percibe en los medios de comunicación principales como la cólera de los desposeídos sino como el de gente que tiene algún defecto genético.
Nadie nace terrorista, sino que se convierte en terrorista. El hecho de que el terrorismo esté creciendo debería obligarnos a analizar qué es lo crea las condiciones para ese crecimiento. El caldo de cultivo es la codicia de las corporaciones que quieren controlar cada gota de agua, cada gota de petróleo, cada centímetro de tierra, cada germen en este planeta. Ese tipo de codicia produce enormes exclusiones. Esas exclusiones van a generar violentas respuestas si no se restaura rápidamente la democracia pacífica. La mayoría de la gente no es consciente de que en India ya están controlados grandes sectores por quienes se adhieren a ideologías basadas en la exclusión y que recurren a métodos violentos. Es un fenómeno inevitable si se desposee y excluye a millones de personas de sus auténticos medios de subsistencia y de libertad.
¿De qué forma las mujeres promueven las culturas centradas en la vida?
Las mujeres son promotoras de esas culturas a causa de la muy antigua división del trabajo, en la que se dejaba que las mujeres se ocuparan de la vida, mientras que los hombres se desentendían de ella para alcanzar la gloria, para llevar a cabo conquistas, y se mantenía a las mujeres en circunstancias menos favorables para obtener un trabajo asalariado. La división del trabajo encomendó a las mujeres conseguir el sustento y a los hombres el mercado. La experiencia en la supervivencia ahora es imprescindible para la creación de economías vivas, centradas en la vida, y las mujeres lo están haciendo, bien sea a través del ahorro de semillas, el ahorro de agua, o por la forma de compartirla. Por medio de la creación de sistemas ecológicos de producción de alimentos y el control descentralizado de la agricultura, las mujeres se encuentran a la cabeza de las reformas de una economía no dominada por el control patriarcal de las corporaciones mundiales. Habitualmente, se define el patriarcado dentro de los límites del hogar, sin embargo cada vez más las fuerzas patriarcales consideran este hermoso planeta como si fuera su casa, en la que les gustaría disponer de todo el poder, capacidad, creatividad y productividad al margen de las mujeres. Pero las mujeres están decididas a no consentirlo. Hace dos semanas, precisamente, tuvimos una celebración en nuestra granja con 150 mujeres miembros de Navanya, el movimiento que puse en marcha, y todas ellas se comprometieron a mantener la seguridad alimentaria en sus manos; a conservar las semillas en sus manos, y no como una retórica vacía, ni como un simple slogan, sino como una manera cotidiana de vivir y que establece una diferencia fundamental.
¿Cómo evolucionar desde el mundo en el que vivimos hacia la democracia de la Tierra?
Creo que lo primero que hay que hacer es centrar nuestras vidas en la Tierra y no en la dependencia de las corporaciones o en la institución denominada Organización Mundial del Comercio, que sólo tiene diez años de existencia. Por supuesto, cada uno de nosotros estamos en diferentes puestos: algunos como profesores, otros como científicos, otros como jóvenes en paro, otros trabajan en condiciones de esclavitud. Cada uno desde sus diferentes circunstancias, y cada uno tenemos que empezar esa recuperación desde el lugar donde nos encontremos. Tenemos que unir nuestras manos con otros que pueden estar haciendo las mismas cosas que nosotros u otras diferentes. Eso realmente no importa. Tomemos como ejemplo los alimentos: cada uno de nosotros puede tomar decisiones: si los alimentos que comemos son compatibles con la democracia de la tierra o si sirven para que reforcemos la globalización corporativa. Con cada gota de agua que bebamos se plantea una elección parecida. La energía que consumimos plantea la elección entre una democracia de la Tierra o la dictadura de nuestra época. Las elecciones son ilimitadas, sólo tenemos que empezar a reconocer que nunca se da una situación en la que cualquier ser humano no tenga posibilidad de elegir. Y si no existe posibilidad de hacerlo entonces, al menos, se puede elegir decir que no.
¿Puede hablarnos sobre la gestación de este libro?
El libro surgió por dos razones: una de ellas, el que durante demasiado tiempo el movimiento de gentes que defienden su libertad ha sido etiquetado como movimiento contra la globalización. Y se ha dicho de forma repetida que "Esas gentes saben lo que no quieren pero no tienen idea alguna de lo que quieren." Pensé que había llegado el momento de decir, a quienes creen que no sabemos lo que queremos, que lo sabemos muy bien, y que por ello, cuando la globalización corporativa se venga abajo por su falta de sostenibilidad ecológica y social, estaremos allí.
La segunda razón para escribir el libro fue porque me di cuenta de que los movimientos populares eran fuertes y podían serlo más si reconocían que no importaba lo diferentes que fueran- unos trabajando por el respeto de los derechos humanos, otros en defensa de las especies salvajes, otros por la soberanía alimentaria de los pequeños agricultores y sus familias en todo el mundo- porque cada uno de ellos eran una pieza del mosaico, parte de un tejido en el que se combinaban el cuidado de la Tierra y la defensa de las condiciones de la vida humana en el planeta, al mismo tiempo que se esforzaban por conseguir la justicia social. Todos esos esfuerzos no eran aislados, eran similares y realmente eran esfuerzos por la paz. Creaban las condiciones para la paz en una época en la que se nos dice continuamente que el camino hacia la paz es más guerra y más violencia.
¿Puede hablarnos de cómo surgió su conciencia política y ecológica?
Mi conciencia política y ecológica se ha desarrollado en varias etapas. Yo era una física entusiasta de la energía nuclear que me formaba para entrar en nuestra elite de la energía nuclear. Mi hermana, que era médico, me concienció de algo en lo que los físicos nucleares nunca piensan: que las radiaciones nucleares son peligrosas para la salud. Fue la primera vez en que me desperté a un mundo más allá de las inofensivas ecuaciones.
Mi siguiente paso fue el participar activamente en el movimiento Chipko cuando comprobé que los bosques del Himalaya iban desapareciendo a toda velocidad. Yo había crecido en sus bosques. Mi padre había sido conservador forestal y en mi infancia y juventud había observado un cambio terrible, lo que me llevó a convertirme en voluntaria del movimiento. El paso siguiente se produjo en 1982 cuando el ministerio de medio ambiente empezó a pedirme estudios. Ello llevó a la creación de la Research Foundation for Science, Technology, and Ecology. A través de ella realicé estudios participativos con comunidades y actividades de investigación que tuvieron éxito. Ganamos pleitos legales, conseguimos parar minas, monocultivos y la cría de langostinos.
El siguiente momento clave fue en 1994, el año en que sufrimos el crecimiento del terrorismo en Punjab. Estudié el Punjab para comprender por qué la tierra de la revolución verde, que había recibido el Premio Nobel de la Paz, se había convertido en una tierra de guerra. Empecé a establecer conexiones entre la violencia, el fundamentalismo, el terrorismo, la degradación ecológica, los sistemas económicos no democráticos y el desarrollo contra la voluntad de los pueblos. Fue el mismo año del desastre de Bhopal, que mató a 3.000 personas en una noche y que desde entonces ha ocasionado la muerte de un total de 30.000. Me vi obligada a examinar la agricultura industrial como un sistema bélico. Y me comprometí con la agricultura ecológica como sistema pacífico.
En 1987 me invitaron a una reunión donde las corporaciones presentaron sus planes para patentar semillas, semillas genéticamente modificadas, y conseguir tratados de libre comercio para impedir que nadie más tuviera libertad para hacer las cosas a su manera y cultivar sus propios alimentos. Decidí que tenía que empezar a recoger semillas y a proteger la biodiversidad. Desde entonces he trabajado con millones de campesinos para decir no a la OMC y al GATT, y con miles de agricultores- 200.000- para poner en marcha una alternativa.
He mencionado los suicidios de agricultores. El año 2006 ha sido, para mí, el año en el que he empleado una gran parte de mis energías en generar esperanza entre nuestras comunidades de campesinos, para que el callejón sin salida, las economías genocidas y las economías suicidas no sean la única salida. Podemos crear nuestras propias economías y no tenemos que esperar hasta que nuestro Gobierno nos diga cómo hacerlo. Sólo necesitamos volvernos hacia nosotros mismos para obtener el permiso. www.ecoportal.net

(1) Kazim Tirmizey es una periodista independiente que informa para la radio comunitaria CKUT en Montreal, y para Free Speech Radio News . Aqui le hace una entrevista a Vandana Shiva, que es una activista india, escritora e intelectual. Entre sus libros se encuentran Water Wars: Pollution, Profits and Privatization: The Plunder of Nature and Knowledge y The Hijacking of the Global Food Supply.
Título original: Earth Democracy. An interview with Vandana Shiva - Autor: Vandana Shiva/ Kazim Tirmizey - Origen: Z Magazine Online; Jueves 01 de Junio, 2006 - Traducido por Felisa Sastre y revisado por Marga Vidal - Publicado por ZMAG